"Internet Industrial" E.E.U.U. Industria 4.0 Enfóquese en la Fortaleza "Suave"

En Estados Unidos, el concepto de "industria 4.0" es más bien reemplazado por "Internet industrial". Aunque se denominan de manera diferente, la idea básica de ambos conceptos es la misma: conectar redes virtuales con entidades para formar un sistema de producción más eficiente.

Desde una perspectiva política, tras la crisis financiera, el gobierno estadounidense ha elevado el desarrollo de la manufactura avanzada a estrategia nacional, con la esperanza de remodelar la industria manufacturera mediante métodos de producción innovadores y revolucionarios. A nivel industrial, la creación de la organización industrial Industrial Internet Alliance ha lanzado un llamado claro a la comunidad empresarial para que entre en la era de la Industria 4.0. A diferencia de la manufactura "dura" enfatizada por Alemania, Estados Unidos, país con una economía desarrollada en software e internet, se centra más en impulsar una nueva ronda de revolución industrial en servicios "blandos", buscando aprovechar la red para revitalizar las industrias tradicionales y mantener así la competitividad a largo plazo del sector manufacturero.

Estrategia gubernamental para impulsar la innovación

Para hacer frente a la nueva revolución industrial tecnológica y competir por el derecho a hablar en la concurrencia industrial internacional, Estados Unidos ha reactivado recientemente la industria manufacturera como su prioridad máxima. Tras la crisis financiera, el gobierno estadounidense ha promulgado una serie de proyectos de ley enfocados en la construcción de centros de investigación e innovación en manufactura, con la esperanza de transformar la producción tradicional mediante tecnologías avanzadas y novedosas, impulsando así nuevamente a la economía estadounidense hacia un camino de crecimiento sostenible.

En abril de 2009, Obama, quien acababa de convertirse en presidente de los Estados Unidos, pronunció un discurso en el que propuso revitalizar la industria manufacturera como una estrategia clave para el desarrollo a largo plazo de la economía estadounidense. En diciembre del mismo año, el gobierno estadounidense publicó el "Marco para revivir la manufactura americana", que analizó detalladamente las bases teóricas y las ventajas de reactivar la industria manufacturera, convirtiéndose así en la guía estratégica para el desarrollo de este sector en los Estados Unidos. Posteriormente, la administración Obama amplió gradualmente su enfoque, pasando del diseño estratégico y la ruta de desarrollo a medidas específicas, completando finalmente el despliegue del Plan de Innovación Manufacturera.

En junio de 2011, Estados Unidos lanzó oficialmente el "Programa de Asociación para la Fabricación Avanzada" con el fin de acelerar el dominio de las alturas de la fabricación avanzada en el siglo XXI. En febrero de 2012, se presentó además el "Plan Estratégico Nacional para la Fabricación Avanzada", diseñado para incentivar a las empresas manufactureras a regresar a Estados Unidos mediante políticas activas. Este plan abarca dos líneas principales: por un lado, ajustar y fortalecer la estructura y competitividad de la industria manufacturera tradicional; por otro, fomentar el desarrollo de industrias de alta tecnología. Se propone desarrollar tecnologías avanzadas de fabricación digital, incluyendo una plataforma tecnológica avanzada de producción, así como infraestructuras avanzadas de diseño, datos y tecnología de fabricación.

En marzo de 2012, Obama propuso por primera vez la creación de una "Red Nacional de Innovación en Manufactura", estableciendo hasta 45 centros de investigación y fortaleciendo la integración orgánica entre la producción, la educación y la investigación en universidades y empresas manufactureras. En enero de 2013, la Oficina Ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos, la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología y la Oficina Nacional del Proyecto de Manufactura Avanzada emitieron conjuntamente el Diseño Preliminar de la Red Nacional de Innovación en Manufactura, invirtiendo 1.000 millones de dólares para establecer la Red Estadounidense de Innovación en Manufactura (NNMI), con el objetivo de impulsar el desarrollo innovador de industrias avanzadas de manufactura, como la fabricación digital, las aplicaciones de nuevas fuentes de energía y nuevos materiales, y crear así múltiples clústeres de innovación dotados de capacidades avanzadas en manufactura.

Las principales áreas de investigación de esta red de innovación incluyen: el desarrollo de materiales ligeros, como los compuestos de fibra de carbono, para mejorar la eficiencia del combustible, el rendimiento y la resistencia a la corrosión de vehículos de próxima generación, tales como automóviles, aviones, trenes y barcos; la mejora de las normas, materiales y equipos relacionados con la tecnología de impresión 3D, con el fin de lograr una producción económica y en pequeñas series mediante diseño digital; así como la creación de marcos y métodos para la fabricación inteligente, lo que permite a los operadores de producción gestionar en tiempo real el "flujo de big data" proveniente de la fábrica digital, mejorando así la eficiencia productiva, optimizando la cadena de suministro e incrementando la eficiencia en el uso de energía, agua y materiales.

Durante los últimos dos años, la planificación mencionada anteriormente se ha llevado a cabo gradualmente. En agosto de 2012, el gobierno estadounidense y el sector privado financiaron conjuntamente el "Instituto Nacional para la Innovación en la Fabricación de Impresoras 3D", dotado con 85 millones de dólares. En mayo de 2013, el gobierno estadounidense anunció una financiación federal de 200 millones de dólares para establecer tres centros de innovación en manufactura: el Instituto de Innovación en Fabricación Ligera y Metálica Contemporánea, el Instituto de Innovación en Fabricación y Diseño Digital, y el Instituto de Innovación en Manufactura de Electrónica de Potencia de Próxima Generación. En febrero de este año, se estableció un centro dedicado a la fabricación de materiales compuestos.

Según el "Informe sobre las Tendencias Globales de la Manufactura Avanzada" publicado por el Wilson Center, un centro de pensamiento estadounidense, Estados Unidos cuenta con la mayor inversión en I+D del mundo, de la cual tres cuartas partes se destinan a la industria manufacturera, destacándose claramente en campos de manufactura avanzada como la biología sintética, los materiales avanzados y la fabricación rápida de prototipos. Analistas creen que, impulsada vigorosamente tanto por el sector público como por el privado, es probable que Estados Unidos experimente una nueva ola de innovación tecnológica marcada por la cobertura total de la tecnología de redes inalámbricas, la amplia adopción de la computación en la nube y el desarrollo a gran escala de la manufactura inteligente.

Alianza industrial supera las barreras técnicas

A diferencia de la manufactura "dura" enfatizada por la Industria 4.0 alemana, Estados Unidos, que cuenta con una economía desarrollada de software e internet, se centra más en promover una nueva ronda de revolución industrial en servicios "blandos", con la esperanza de aprovechar el poder de la red y los datos para fortalecer la capacidad de creación de valor de toda la industria. Puede decirse que la versión estadounidense de la Industria 4.0 es, en realidad, la revolución de la "Internet industrial". En este proceso, además del apoyo político del gobierno estadounidense, la formación inicial de alianzas industriales se ha convertido en un importante motor impulsor del desarrollo.

El concepto de "Internet Industrial" fue propuesto por primera vez por General Electric en 2012, y posteriormente cinco empresas líderes en Estados Unidos formaron conjuntamente la Alianza de Internet Industrial (IIC) para promover vigorosamente este concepto. Además de gigantes manufactureras como General Electric, compañías de tecnología como IBM, Cisco, Intel y AT&T se han unido a la alianza.

El Industrial Internet Consortium utiliza un sistema abierto de membresía y está comprometido a desarrollar un "plan común" que permita el intercambio de datos entre dispositivos de diversos fabricantes. Las normas de este plan no solo abarcan protocolos de redes de internet, sino que también incluyen indicadores como la capacidad de almacenamiento de datos en sistemas informáticos, el tamaño de potencia de dispositivos conectados e independientes, y el control del tráfico de datos. El objetivo es impulsar mejor la integración de los mundos físico y digital mediante el desarrollo de estándares comunes, eliminando barreras técnicas y aprovechando internet para dinamizar los procesos industriales tradicionales.

Aunque la establecimiento y aprobación final de las normas mencionadas anteriormente podrían llevar varios años, una vez que estas normas estén establecidas, ayudarán a los desarrolladores de hardware y software a crear productos completamente compatibles con el Internet de las Cosas. El resultado final podría ser la integración plena de sensores, redes, computadoras y sistemas de computación en la nube, lo que impulsará la eficiencia general de toda la cadena industrial, incluyendo grandes empresas, vehículos y cientos de otros tipos de entidades. (Yang Bo)